La propagación del virus en el mundo ha generado miles de malas noticias, pero, a la vez, ha generado menos contaminación y un frente unido de la humanidad para enfrentar esta pandemia.

Son tiempos difíciles para el mundo mientras el coronavirus continúa propagándose.

El número de infecciones y muertes aumenta día a día, muchas ciudades e incluso países están en cuarentena y millones de personas se ven obligadas a aislarse.

Pero en medio de todas las noticias preocupantes, también hay razones para encontrar esperanza.

Menos contaminación

A medida que los países entran en cuarentena por el virus, se están registrando caídas significativas en los niveles de contaminación.

Tanto China como el norte de Italia mostraron importantes derrumbes en los niveles de dióxido de nitrógeno, un gas tóxico que contamina el aire gravemente, en medio de una actividad industrial reducida y menos viajes en auto.

Investigadores en Nueva York también le dijeron a la BBC que, según resultados preliminares, el monóxido de carbono -principalmente producido por los autos- se redujo en casi un 50% en comparación con el año pasado en esa ciudad estadounidense.

Y con las aerolíneas que cancelan vuelos en masa y millones de personas que trabajan desde sus casas, se espera que la tendencia siga este camino descendente.

Canales transparentes

En un caso similar, los residentes de Venecia, Italia, notaron una gran mejora en la calidad del agua de los famosos canales que atraviesan la ciudad.

Los canales del popular destino turístico en el norte de Italia están vacíos en medio del brote, lo que ha permitido que los sedimentos se acumulen en el fondo de los canales.

El agua que generalmente es turbia se ha vuelto tan clara que incluso se pueden ver peces.

Actos de bondad

Circulan muchas historias de compras desenfrenadas y peleas por papel higiénico y latas, pero el virus también ha estimulado actos de bondad en todo el mundo.

Dos neoyorquinos reunieron a 1.300 voluntarios en 72 horas para entregar alimentos y medicamentos a personas mayores y vulnerables en la ciudad.

Facebook dijo que cientos de miles de personas en Reino Unido se unieron a grupos de apoyo locales creados para combatir el virus, mientras que grupos similares se formaron en Canadá.

Supermercados en varios rincones del planeta, desde Argentina a Australia, crearon una “hora de la tercera edad” especial para que los consumidores mayores y las personas con discapacidad tengan la oportunidad de comprar tranquilos.

 

Mucha gente también donó dinero, compartió recetas e ideas de ejercicios, envió mensajes alentadores a personas mayores que se autoaislaron y transformó negocios en centros de distribución de alimentos.

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Un frente unido

Entre el trabajo agitado y la vida hogareña, a menudo es fácil sentirse desconectado de quienes te rodean.

Pero como el virus nos afecta a todos, esto ha unido a muchas comunidades de todo el mundo.

En Italia, donde existe una cuarentena total en el país, las personas salieron a sus balcones para cantar canciones que levantan el espíritu.

Un profesor de gimnasia en el sur de España dirigió una clase de ejercicios desde un techo bajo en el medio de un complejo de apartamentos a la que los residentes aislados se sumaron desde sus balcones.

Muchas personas han aprovechado la oportunidad para reconectar con amigos y seres queridos por teléfono o videollamadas, mientras que grupos de amigos han organizado sesiones virtuales de discotecas o bares utilizando aplicaciones móviles (incluidos nosotros en la BBC que estamos trabajando desde casa).

El virus también ha resaltado la importancia del personal sanitario y otras personas que realizan servicios clave.

Miles de europeos salieron a sus balcones y ventanas para aplaudir a los médicos y enfermeras que luchan contra el virus, una postal que se repitió en algunas ciudades de América Latina.